18 nov 2013

SEARCHING FOR SUGARMAN...REVISITED

El último documental que me fascinó fue “ Searching for Sugarman”… Lo vi en el cine club de mi localidad a principios de verano. Cuenta la historia de Sixto Rodríguez, un cantante y compositor que en su época, allá por los últimos 60, no estuvo en el sitio adecuado ni con las personas adecuadas para poder triunfar como hubiera merecido. Es la historia de la gran mayoría, porque debemos recordar que  genios hay pocos, pero seguro que hay muchos que no fueron descubiertos y que vivieron y murieron en la sombra por diversas circunstancias. La más usual es sencillamente no haber nacido en la “cara buena del mundo”, como decía Jarabe de Palo, o bien no haber tenido relaciones sociales influyentes para abrirse camino en su especialidad.  
Sixto Rodríguez es mayor ahora y a veces debe cancelar conciertos como consecuencia de su delicada salud. Este verano arrasó en Barcelona, de hecho se agotaron las entradas mucho antes de su actuación. Me habría encantado verlo en directo, ese héroe resucitado tras tantos años de anonimato, y todo gracias a la danza de la realidad… por aquello que sucede porque tiene que suceder, por los hilos invisibles que a todos nos rodean que hacen que a veces la varita mágica te toque a ti, o a ti… e incluso a mí, y entonces todo cambia…
Tras lo ocurrido con “ Exit through the gift shop”, que resultó ser un “mockumentary” sobre graffitti  en vez de un “documentary”, es decir un documental que narra algo preparado de antemano pero que parece basado en hechos reales, muchos críticos se han planteado lo mismo con Sugarman. Yo todavía no tengo claro que éste sea también un “Mock” ( una farsa en inglés), no sabría qué pensar… pero me fastidiaría que lo fuera porque es una historia fabulosa que recomiendo a todas las personas  que tienen sensibilidad artística. De hecho, me pongo muy pesada con esto pero me honra no haber sido nunca una spoiler, jamás desvelaría su contenido más mágico.
Tanto me gustó en su momento, que al día siguiente ya conseguí la música que, por otra parte es ideal para conducir cuando el cielo está azul en estaciones bisagra. Es fresca y  amable  a la vez que contiene letras denuncia que 50 años después vuelven a estar de vigente actualidad. La voz de Sixto es también muy dulce y su acento es elegante y claro, ideal para mezclarse con los acordes sencillos pero contundentes que maneja.
No he vuelto a ver el documental y creo que no quisiera volver a verlo. Quizás me fascinó por mi estado de ánimo de aquella noche, o porque realmente es genial… Solo sé que guardo un grato recuerdo de esa historia increíble del hombre que se hizo famoso gracias a un cúmulo de casualidades…o serán causalidades…dejemos que la realidad dance a su propio ritmo…

Aquí va un aperitivo para abrir boca...








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