EL "MATCH"
( Imagen de obra de Banksy en Londres)
Era el momento de marchar. Ya nada ni nadie le retenían
allí. Habían sido tres años de sacrificio inútil, lleno de altibajos,
preocupaciones, esfuerzos en vano… Recordaba a menudo que en las películas
americanas, los protagonistas están acostumbrados a dejar un lugar y empezar de
cero en otro. Parecía de lo más natural cambiar de estado e instalarse en otro
contexto, con una nueva identidad si el guión lo requería, empezar un nuevo
trabajo y mudarse a una vivienda de alquiler un poco mugrienta a la que había
que dar un toque personal para sentirse otra vez “ at home”…
En España, estos cambios de vida parecían aún cuanto menos
inhabituales, eso de vivir lejos de la familia, de los amigos, de tus raíces….pero
pese a todo, cada vez la situación económica favorecía más la movilidad geográfica,
y si encima lo hacías por trabajo, mejor
que mejor. Él se había marchado lleno de ilusión. Era joven, guapo, y tenía
ganas de triunfar en el mundo de la noche…tantos lo habían conseguido…sólo
había que invertir un poco de dinero y montar un pub…el sueño de muchos… Quiso darle un "rollito" alternativo, pero sin pasarse, nada de focalizar
demasiado en un tipo de música o de tribu urbana, tenía que ser un lugar de
encuentro de todo tipo de gente, pero eso sí, debía ser acogedor y ofrecer la
mejor música posible. Decidió llamarlo “Match Point” porque a todo el mundo le
suena bien, ya sea por la película , por el tenis, por los encuentros… sonaba potente y
fácil de recordar. Se imaginaba a la gente diciéndose : “ Quedamos en el Match
Point?”- incluso sabía que con el tiempo, se quedaría en “el Match” a secas, por
esa costumbre que tenemos de acortarlo todo…
La inauguración fue un éxito, vinieron sus amigos, su
familia, incluso los de Valladolid, y gente curiosa atraída por la novedad,
unos cuantos guiris…hizo buena caja y por fin pudo creérselo…ahí estaba él,
llenando su pub en un sitio donde no conocía a nadie… triunfando…Quitando los
jueves, los fines de semana el Match se llenaba, poco a poco fue haciéndose una
clientela fija, tenía sus asiduos e incondicionales, gente que venía exclusivamente
a echarse unas risas con él entre dos chupitos, pero lo que más le gustaba era
la variedad que atraía, no era el típico pub de niñatos, colgaos, freaks, o
hipsters; había una fauna interesante que venía justamente por la heterogeneidad …Organizó
algunos eventos que tuvieron éxito, como expos de fotos o de pintura, lectura
de poesía, tertulias literarias, o actuaciones de grupos locales heavies,
punks, incluso un día probó con un espectáculo de magia…
Al año ya tenía a tres personas trabajando para él, tres
sueldos en época de crisis, no se lo podía creer.... Pudo mejorar su equipo de
música y abrir como cafetería entre semana ya que al haber ventanas a la calle,
contaba con la luz adecuada para la sobremesa…
Y entonces sucedió lo más inesperado, eso que nadie se imagina, eso que le da la vuelta a cualquier circunstancia, la bola de partido que cae al lado equivocado de la red...