5 ene 2014

TAQUILLA 14 ( 6 )

EL "MATCH"



( Imagen de obra de Banksy en Londres)


Era el momento de marchar. Ya nada ni nadie le retenían allí. Habían sido tres años de sacrificio inútil, lleno de altibajos, preocupaciones, esfuerzos en vano… Recordaba a menudo que en las películas americanas, los protagonistas están acostumbrados a dejar un lugar y empezar de cero en otro. Parecía de lo más natural cambiar de estado e instalarse en otro contexto, con una nueva identidad si el guión lo requería, empezar un nuevo trabajo y mudarse a una vivienda de alquiler un poco mugrienta a la que había que dar un toque personal para sentirse otra vez “ at home”…

En España, estos cambios de vida parecían aún cuanto menos inhabituales, eso de vivir lejos de la familia, de los amigos, de tus raíces….pero pese a todo, cada vez la situación económica favorecía más la movilidad geográfica, y si encima lo hacías por  trabajo, mejor que mejor. Él se había marchado lleno de ilusión. Era joven, guapo, y tenía ganas de triunfar en el mundo de la noche…tantos lo habían conseguido…sólo había que invertir un poco de dinero y montar un pub…el sueño de muchos… Quiso darle un "rollito" alternativo, pero sin pasarse, nada de focalizar demasiado en un tipo de música o de tribu urbana, tenía que ser un lugar de encuentro de todo tipo de gente, pero eso sí, debía ser acogedor y ofrecer la mejor música posible. Decidió llamarlo “Match Point” porque a todo el mundo le suena bien, ya sea por la película , por el tenis, por los encuentros…  sonaba potente y fácil de recordar. Se imaginaba a la gente diciéndose : “ Quedamos en el Match Point?”- incluso sabía que con el tiempo, se quedaría en “el Match” a secas, por esa costumbre que tenemos de acortarlo todo…

La inauguración fue un éxito, vinieron sus amigos, su familia, incluso los de Valladolid, y gente curiosa atraída por la novedad, unos cuantos guiris…hizo buena caja y por fin pudo creérselo…ahí estaba él, llenando su pub en un sitio donde no conocía a nadie… triunfando…Quitando los jueves, los fines de semana el Match se llenaba, poco a poco fue haciéndose una clientela fija, tenía sus asiduos e incondicionales, gente que venía exclusivamente a echarse unas risas con él entre dos chupitos, pero lo que más le gustaba era la variedad que atraía, no era el típico pub de niñatos,  colgaos,  freaks, o  hipsters; había una fauna interesante que venía  justamente por la heterogeneidad …Organizó algunos eventos que tuvieron éxito, como expos de fotos o de pintura, lectura de poesía, tertulias literarias, o actuaciones de grupos locales heavies, punks, incluso un día probó con un espectáculo de magia…

Al año ya tenía a tres personas trabajando para él, tres sueldos en época de crisis, no se lo podía creer.... Pudo mejorar su equipo de música y abrir como cafetería entre semana ya que al haber ventanas a la calle, contaba con la luz adecuada para la sobremesa…

Y entonces sucedió lo más inesperado, eso que nadie se imagina, eso que le da la vuelta a cualquier circunstancia, la bola de partido que cae al lado equivocado de la red...

No hay comentarios:

Publicar un comentario