27 diciembre 2020
EL AIRE DE NUESTRO TIEMPO
Estamos en un momento
bisagra…viviendo en primera persona una “tragedia mundial”, como decimos en
occidente... Algo bien distinto relatarían en los países para quienes esta
pandemia no es más que otro desafío al que hacer frente cada día después del
hambre, el paro, la violencia gratuita, el caos político más feroz, tantas
otras enfermedades contagiosas, o las inevitables inclemencias meteorológicas…
En este primer mundo tan
intocable…, de repente la pandemia lo tambalea todo y hace emerger las
verdaderas carencias de nuestro gran modo de vida” avanzado”…???
Somos, en realidad los más
vulnerables, no solo físicamente, sino emocionalmente…Tanto focalizar en lo superficial,
confortable y fácil…, tanto confiar en nuestros sistemas de protección
prefabricados, tanto olvidar que somos animales, que hemos perdido el instinto de
supervivencia primario…somos lo más indefenso e inútil de la historia de la
humanidad…
Cuando todo gira alrededor del
dinero y el poder, la incultura va creciendo cogida de la mano de las
supersticiones más letales y contagiosas…
Tanto miramos al cielo en busca
de vida extraterrestre, tanto “ THINK BIG”, que olvidamos que el enemigo real
es diminuto y vive entre nosotros. Hoy aún se debate el llamar: “seres vivos” o
no, a los virus…que demuestran cada día, ser más inteligentes, resistentes y
amoldables al medio, que nosotros…
Siempre he pensado que no hay
nada peor que la ignorancia ignorante de que lo es…la incultura más absoluta
vestida de moda, la estupidez llevada al máximo nivel de superficialidad…Hoy
todo ha dado un vuelco…
Estamos de acuerdo en que todos
los seres humanos somos iguales como especie, independientemente de nuestro
género, edad y apariencia física…quién puede dudar de eso aún… Ya no caben
palabras como subnormal, maricón, negro, emigrante, por lo menos nunca formaron
parte de mi vocabulario, y tengo 50 años…Sin embargo, siguen muy vigentes, y yo
diría que cada vez más…Esto es fruto de la involución intelectual y espiritual
que viene sufriendo nuestro avanzado mundo occidental desde hace ya muchos años,
diría décadas…
En los países llamados pobres o
en vías de desarrollo, si bien la intelectualidad nunca se ha vivido de la
misma manera, los valores que transmite la inteligencia humana per se, siguen estando más vigentes que
en nuestra burbuja de criaturas de grandes bocas abiertas llenas de aire
contaminado y palabras tan soberbias como tóxicas…
En tiempos pretéritos, la gente
era consciente de lo que sabía y de lo que no, y sobre lo que no sabía,
especulaba, o se callaba…El concepto de vida tenía bastante menos importancia
de la que tiene ahora porque estaba a la orden del día…Morir era tan fácil que
se asimilaba su concepto de otra forma…La configuración de la sociedad se
basaba por lo tanto en la supervivencia más que en la calidad de vida, que para
la gran mayoría de la población era escasa, por no decir inexistente…
La suerte, el destino, lo desconocido
ocupaban buena parte de las conciencias, revestidas de fantasías ilusorias de
distinta índole…La única esperanza en estos tiempos de inopia eran las
religiones, las leyendas orales y la familia… Nadie escapaba a las diferencias
sociales y a las doctrinas gubernamentales de unos pocos sobre la mayoría…
Sin embargo, el ser humano ES una
criatura completa y tan bien diseñada…
Una evolución incesante, quizás
infinita, dotada de distintas vertientes necesarias para la supervivencia: la emocional,
la sexual (y creativa), la corporal y la intelectual. (Se trata de mantener un equilibrio entre
mente, corazón, cuerpo y sexo.)
La filosofía y ética, la ciencia, la
espiritualidad, la psicología, la justicia, el arte…, son y serán siempre temas
generales sobre los que el ser humano lleva reflexionando desde el principio de
los tiempos…No podemos dejar de pensar, llevamos llegando a conclusiones muy
parecidas desde hace siglos, cada una de ellas adornada con el aire de su
tiempo...
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